En exclusiva, Eduardo Verástegui habla de su sueño de ser presidente de México: "No hay marcha atrás"

El actor Eduardo Verástegui abre las puertas de su refugio en Miami a People en Español y habla de su lucha por ser el primer mandantario de su país. ¿Qué haría en sus primeros 100 días de gobierno?

Hace dos meses Eduardo Verástegui sorprendió a muchos al anunciar que quería ser presidente de México. "Tomé la decisión más importante de mi vida el 7 de septiembre", dice el actor, cantante, productor y activista mexicano de 49 años, quien recibió a People en Español en exclusiva en el moderno apartamento con vista al mar que es su refugio en Miami.

Ese día entregó en el Instituto Nacional Electoral de México su solicitud como candidato independiente a la presidencia de su país. "Con esa documentación entregué mi vida también. Fui de negro, y el negro para mí es un color muy elegante por un lado, pero por otro lado es luto", afirma el actor y productor de la película Sound of Freedom. "¿Por qué un luto? Porque tienes que estar dispuesto a morir [tú] mismo para entregarte al cien por ciento al servicio de México".

Tras el rotundo éxito de la película Sound Of Freedom (Sonido de libertad) que arrasó en la taquilla de Estados Unidos y un sinfín de países —creando un movimiento social y en las redes sociales en contra de la explotación sexual y el tráfico de niños— Verástegui acaparó titulares al anunciar su incursión en la política.

"¿Por qué lo hago? Por amor a México, porque amo a México y porque estoy cansado, al igual que la gran mayoría de los mexicanos que estamos hartos, estamos cansados por esta maldita corrupción que nos lastima a todos. Estamos cansados y queremos una nueva opción. Yo también me cansé de estar juzgando y criticando desde afuera sin hacer algo", dice el artista, quien está en proceso de recaudar un millón de firmas de ciudadanos mexicanos apoyándolo para que su candidatura sea oficial.

"Antes me pedían a mí un autógrafo y una foto, ahora es al revés", ríe el exintegrante del grupo Kairo, estrella de telenovelas como Alma rebelde y Soñadoras, y protagonista del video musical "Ain't It Funny" de Jennifer López. "Ahora yo voy recorriendo todo el país pidiendo tu foto y tu autógrafo, tu firma".

SUSCRIBETE A NUESTRO BOLETÍN

Eduardo Verastegui
Foto por Kike Flores @kikeflorescreator; Postproducción de foto: @retoquesyediciones; Productora: Patricia Rivadeneira @duckboxproductions; Asistente de producción: Carolina Cartagena; Groomer: Natalia Parrales; Estilista: Angela Maria Leaño/Tivesto Wardrobe Stylist

Como dice el lema de su campaña, "Verás que sí", Verástegui no tiene dudas de que alcanzará su meta. "Juntos vamos a construir el sueño mexicano. El cielo es el límite", afirma. "Para servir no hace falta ser político. Todos somos llamados a servir".

Su llamado no es reciente. "Hace ya casi 24 años hice un compromiso; le hice una promesa a mis padres, a Dios, de que a partir de ese día iba a utilizar los talentos que Dios me dio, mi vida y todo lo que soy para servir a los demás por medio del cine, que era mi vocación, mi llamado: hacer películas que tengan el poder no solo de entretener a la audiencia sino también de hacer una diferencia en nuestra sociedad, con la esperanza de que cuando la gente se vaya del cine, no solamente se vayan entretenidos, sino se vayan también queriendo amar más, perdonar más, queriendo ser un mejor ser humano, queriendo alcanzar su máximo potencial, y de esa manera hacer de este mundo un mejor lugar", recuerda el productor de las películas Little Boy y Bella. "Después vino otro compromiso llamado Sonido de libertad, una película que ya se convirtió en un movimiento que busca erradicar la trata de niños para explotación sexual. Entonces toda mi carrera desde hace 24 años a la fecha ha sido ese compromiso de servir, de ayudar".

Fue la gente que conocía mientras recorría su país promocionando su película quienes lo convencieron de lanzarse como candidato para las elecciones del 2024 en México, confiesa. "Me invitaron a dar este paso, este brinco hacia la arena de la política. No soy político, pero sí soy un servidor. Lo estuve meditando, estuve reflexionando", dice el actor, quien en sus redes sociales reza rosarios por México y abraza orgullosamente su fe católica.

Eduardo Verastegui
Foto por Kike Flores @kikeflorescreator; Postproducción de foto: @retoquesyediciones; Productora: Patricia Rivadeneira @duckboxproductions; Asistente de producción: Carolina Cartagena; Groomer: Natalia Parrales; Estilista: Angela Maria Leaño/Tivesto Wardrobe Stylist

"Quien tiene a Dios ya nada le falta, solo con él basta", dice Verástegui, quien de ser elegido en junio del 2024, haría historia como el primer presidente mexicano soltero. ¿Está buscando a una primera dama? "No estoy buscando absolutamente nada. Hay que vivir el presente. No puedes dar lo que no tienes", afirma. "Tienes que aprender a ser feliz con lo que hay, con el presente".

Eso sí, convertirse en padre es algo que lo llenaría de ilusión. "Humanamente claro que me gustaría formar una familia, claro que me gustaría tener a mi esposa, tener hijos. Sueño muy seguido, por lo menos una vez al mes, [que] estoy con mi bebé Eduardo", dice sobre quien sería su primogénito y hoy lo visita en sus sueños. "Habrá muchas niñas también, pero el primero es Eduardo Jr. y de verdad es tan real que lo puedo oler, le canto y me sonríe. Y me levanto con las manos vacías. Uy, se siente horrible. Me quiero conectar otra vez y ya no me conecto. Es un sueño muy bonito, me levanto y sigo adelante, pero es muy seguido. Ese sueño me ha pasado muchísimas veces. Tal vez vendrá pronto. Ojalá, pero tampoco puedo estar agarrado a los sueños, porque si no salen hay una tristeza, una frustración y eso te lleva a la depresión", admite. "Es mejor soñar y soltar, me rindo a la voluntad de Dios".

El codiciado soltero —quien hace dos décadas hizo la promesa de que viviría en castidad hasta conocer a la futura madre de sus hijos— confía en que el amor de su vida llegará. "En el amor no hay técnica ni reglas. Llega y se da, o no llega y no se da, pero enamorado estoy, enamorado de Dios, enamorado de mi familia, enamorado de México, de mi trabajo, enamorado de la vida", afirma. Por ahora su enfoque es otro sueño: gobernar su país. "No me cabe la menor duda que juntos podemos construir el sueño mexicano", afirma. "Sueño con ese día que ya ningún mexicano se tenga que ir de México por necesidad, por falta de oportunidades".

Eduardo Verastegui
Foto por Kike Flores @kikeflorescreator; Postproducción de foto: @retoquesyediciones; Productora: Patricia Rivadeneira @duckboxproductions; Asistente de producción: Carolina Cartagena; Groomer: Natalia Parrales; Estilista: Angela Maria Leaño/Tivesto Wardrobe Stylist

En esta nueva jornada en su vida no han faltado las críticas y quienes lo acusan de no tener experiencia política, pero Verástegui sigue firme. "México me inspira, me da fuerza, México me empuja a hacer lo que estoy haciendo. Mi familia, que es mi primer círculo obviamente, mi padre que ya no está conmigo, pero siento que está más presente que nunca", dice sobre José Jesús Verástegui, quien falleció a sus 72 años en julio del 2022 de un infarto cerebral. "Es una especie de asesor, de mentor; así era cuando estaba conmigo. Pero ahora siento que me da más consejos, de otra manera, yo lo siento. Siento que me habla, que me abraza, que me da ánimos. Mi papá, que está en el cielo, está conmigo ayudándome y guiándome en todo esto, es como un ángel que me va diciendo por donde irme. Hablo mucho con él todos los días".

Su madre Alicia Córdoba y sus hermanas también lo motivan y habla con ellas a diario. "Mi mamá, desde luego, mi mejor amiga, mi compañera de vida, la que me ha dado todo, la vida, son los pilares que me sostienen. Mis hermanas —Alejandra, Alicia y Daniela— tres angelotes que también ahí van empujando, dándome mucho ánimo, tres mujeres muy valientes, comprometidas con las causas, echadas para adelante, inteligentes, hermosas, profesionales", añade. "Tengo una familia hermosa, soy bendecido, y tengo muy buenos amigos. Pocos, pero muy buenos amigos. Tengo amigos como hermanos que están ahí conmigo acompañándome".

Eduardo Verastegui
Foto por Kike Flores @kikeflorescreator; Postproducción de foto: @retoquesyediciones; Productora: Patricia Rivadeneira @duckboxproductions; Asistente de producción: Carolina Cartagena; Groomer: Natalia Parrales; Estilista: Angela Maria Leaño/Tivesto Wardrobe Stylist

Durante esta sesión de fotos en Miami, el carismático artista— que divide su tiempo entre México y el sur de la Florida cuando no está en aviones o hoteles— aseguró que no todo en su vida es trabajo. "Siempre hay tiempo para unos buenos tacos. Hago ejercicio todos los días. Voy al cine de vez en cuando", cuenta Verástegui, quien tiene su hogar principal en México, donde viven sus adoradas mascotas: sus perros Xico y Rocky y su gato Lucho.

"Disfruto de escuchar mucha música clásica y leer que, por cierto, esta semana estoy leyendo El economista callejero de Axel Kaiser", relata. "Creo que la mejor forma de lidiar con la presión del trabajo es lo que hago cada mañana, al levantarme: rezar, dar gracias a Dios por un día más; le pido fuerza y sabiduría para hacer lo que me toca hacer durante el día. Voy a misa y rezo el rosario. Eso es lo primero, siempre".

Eduardo Verastegui
Foto por Kike Flores @kikeflorescreator; Postproducción de foto: @retoquesyediciones; Productora: Patricia Rivadeneira @duckboxproductions; Asistente de producción: Carolina Cartagena; Groomer: Natalia Parrales; Estilista: Angela Maria Leaño/Tivesto Wardrobe Stylist

Sin lugar a dudas, la presión y las controversias han estado a la orden del día en su vida. Desde su reciente video disparando un rifle donde compartió un mensaje sobre los "terroristas de la agenda 2030, del cambio climático y de la ideología de género", hasta sus polémicos comentarios sobre la comunidad LGBTQ+ por los que ha sido tildado por algunos de homofóbico, y su discurso en contra del aborto, Verástegui ha estado en el ojo del huracán. "Mi meta es amar, estoy aprendiendo a amar. No he llegado al nivel que quiero llegar, pero estoy intentándolo todos los días", afirma. "Ahora eso no significa —hay que dejar todo claro— no significa que porque mi meta es amar a todos que tenga yo que estar de acuerdo con todos en todo. Eso es imposible, entonces vas caminando, vas aprendiendo, vas amando, vas respetando, pero también quieres que te respeten".

Eduardo Verastegui
Foto por Kike Flores @kikeflorescreator; Postproducción de foto: @retoquesyediciones; Productora: Patricia Rivadeneira @duckboxproductions; Asistente de producción: Carolina Cartagena; Groomer: Natalia Parrales; Estilista: Angela Maria Leaño/Tivesto Wardrobe Stylist

A continuación, Verástegui habla de esta etapa en su vida y cómo visualiza su futuro en la política.

¿Cómo nace el deseo o llamado de ser presidente de México?

Para servir no hace falta ser político. Estoy convencido de que todos somos llamados a servir, todos tenemos que servir. La Madre Teresa de Calcuta decía que una vida no vivida para servir a los demás es una vida desperdiciada. Hace ya casi 24 años hice un compromiso, le hice una promesa a mis padres, a Dios, de que a partir de ese día iba a utilizar los talentos que Dios me dio, mi vida y todo lo que soy para servir a los demás por medio del cine, que era mi vocación, mi llamado: hacer películas que tengan el poder no solo de entretener a la audiencia sino también de hacer una diferencia en nuestra sociedad, con la esperanza de que cuando la gente se vaya del cine, no solamente se vayan entretenidos, sino se vayan también queriendo amar más, perdonar más, queriendo ser un mejor ser humano, queriendo alcanzar su máximo potencial, y de esa manera hacer de este mundo un mejor lugar.

Así que llevo 24 años con ese compromiso. El primer fruto de esa misión, una película muy pequeñita pero con un corazón muy grande, que ha cambiado la vida de muchas personas incluyendo la mía: Bella. Bella fue la primera película donde me tocó producir y actuar al mismo tiempo. Después vino un segundo compromiso que se llama El gran pequeño o Little Boy, una película que habla de la importancia de poner el amor en acción: ayudar al más necesitado, darle vestido y darle vivienda al que no tiene, visitar a aquellos que están en la cárcel, una película con un mensaje muy profundo sobre la importancia de la familia, la familia unida, los padres presentes, no ausentes, los padres que pasan tiempo de calidad con sus hijos. Una película que habla también de la importancia de la fe, esa fe que mueve montañas, habla de la esperanza. En fin, una película que tocó millones de corazones en todo el mundo.

Después vino otro compromiso llamado Sonido de libertad, una película que ya se convirtió en un movimiento que busca erradicar la trata de niños para explotación sexual, entonces toda mi carrera desde hace 24 años a la fecha ha sido ese compromiso de servir, de ayudar, de contribuir de manera positiva para que este mundo sea un mejor lugar. Y mientras recorría mi país con esta película mucha gente me invitaba a dar este paso de armar una candidatura independiente para servir a México. Como siempre he combinado el arte, política, valores al servicio de las naciones —pero siempre desde mi trinchera, desde mi campo como cineasta— me invitaron a dar este paso, este brinco, hacia la arena de la política. No soy político, pero sí soy un servidor. Lo estuve meditando, estuve reflexionando. Seguía recorriendo mi país. Por ejemplo, con la película de Inesperado recorrí 32 estados, hicimos 32 premieres, y mientras le decía a la audiencia que ser pro-vida no solamente significa defender y proteger a los más vulnerables de tu país: los bebés que se encuentran en el vientre de sus mamás y corren el riesgo de ser abortados. México se gesta en los vientres de sus madres. Entonces yo grito todos los días ¡Qué viva México! y no que muera.

Eduardo Verastegui
Foto por Kike Flores @kikeflorescreator; Postproducción de foto: @retoquesyediciones; Productora: Patricia Rivadeneira @duckboxproductions; Asistente de producción: Carolina Cartagena; Groomer: Natalia Parrales; Estilista: Angela Maria Leaño/Tivesto Wardrobe Stylist

Pero ser pro-vida también significa ver los niños en situación de calle, ver por las víctimas de trata para explotación sexual y tráfico de órganos, ver por los adolescentes que sufren de adicciones y están destruyendo sus vidas y las de sus familias y su entorno. Hay que estar ahí también si eres pro-vida. Ser pro-vida significa también ver por los que fueron falsamente acusados y son inocentes y están privados de su libertad, ponte en sus zapatos. Ser pro-vida significa ver por aquellos que no tienen para un tratamiento adecuado y están muriéndose, hay que estar ahí también. Ser pro-vida significa ver por las mamás abandonadas y maltratadas. Lo más bello de México son las mamás. El tesoro más grande que tenemos los mexicanos son las mujeres, son las mamás. Ser pro-vida significa ver por aquellos que están muriendo de tristeza en un asilo porque ni sus propios familiares los van a visitar. Entonces, ser pro-vida significa ver por la vida de todos, nadie sobra, nadie está de más, México alcanza para todos. Y mientras yo repetía estas cosas, mientras yo repetía este discurso por todo mi país, mientras lo recorría, mucha gente levantaba la mano y me decía: 'Quiero ser parte de ese movimiento' y yo les decía: 'Sí, hashtag Inesperado, el nombre de la película'. [Me decían:] 'No Eduardo, la película viene y se va. ¿Qué sigue? ¿Cuál es el legado permanente?' Yo no sabía de qué me hablaban y seguía con mi discurso recorriendo el país. Al final les decía: 'Les tengo una buena y una mala. La buena es que la mayoría absoluta del pueblo mexicano es un pueblo pro-vida, pro-familia, pro-valores. ¿Cuál es la mala entonces? Que no estamos bien articulados, no estamos bien organizados, entonces hace más ruido un árbol que cae que un bosque que florece. Hace más ruido una bala, que mil caricias, sin embargo hay más caricias que balas. Hace más ruido un hombre gritón que cien mil en silencio'. Entonces me seguían diciendo: 'Que se arme un movimiento, quiero ser parte del movimiento'. Ahí fue donde dije: 'Se está armando un movimiento muy grande en México', y le puse como nombre al movimiento Viva México.

Más adelante me seguían invitando [y me decían]: '¿Eduardo porqué no armamos este proyecto de amor? Si quieres que te hablemos en términos de cine, estamos viviendo una película de terror, de espanto, y a la gran mayoría de México no le gusta este género, queremos que ya se acabe. Y empezamos una historia nueva, sí, un proyecto nuevo, sí, una historia de amor. La historia de amor jamás antes contada en México, sí'. [Y yo dije:] 'Pues lo voy a pensar'. Y durante meses estuve en un periodo profundo de discernimiento. Hablando con mi familia, hablando con asesores, hablando con amigos, hablando con Dios, para ver si era simplemente una buena intención o era un llamado. Y después de estar meditando, reflexionando por meses y meses tomé la decisión más importante de mi vida el 7 de septiembre, cuando entregué la documentación que el INE [Instituto Nacional Electoral de México] te pide, la documentación requerida la entregué, y con esa documentación entregué mi vida también. Fui de negro, y el negro para mí es un color muy elegante por un lado, pero por otro lado es luto. ¿Por qué un luto? Porque tienes que estar dispuesto a morir a ti mismo para entregarte al cien por ciento al servicio de México.

¿Por qué lo hago? Por amor a México, porque amo a México y porque estoy cansado, al igual que la gran mayoría de los mexicanos que estamos hartos, que estamos cansados por esta maldita corrupción que nos lastima a todos. Estamos cansados y queremos una nueva opción, un nuevo abordaje en el gobierno y en la política de México, alejado de esta especie de monarquía política donde los mismos de siempre se reparten a México como si fuera un pastel cada seis años. Se los reparten como mejor les place, entre ellos y entre sus amigos mafiosos corruptos del poder. Los mismos de siempre, los mismos políticos de siempre, los mismos partidos políticos de siempre, las mismas promesas de siempre. Lo mismo y lo mismo de siempre, ya estuvo suave. Ya, ya, yo también me cansé de estar juzgando y criticando desde afuera sin hacer algo, hasta que decidí hacer algo y lo estoy haciendo. Estoy listo, ya di el sí, ya entregué mi vida y estamos en esa primera etapa que son la recaudación de firmas.

¿Qué harás con tus proyectos de cine, con tu labor como activista en contra de la explotación sexual infantil? ¿Todo eso sigue ahora que empiezas con esta campaña?

Todo eso sigue igual, la esencia es la misma, el servicio es el mismo, las causas son las mismas. No cambia absolutamente nada, lo único que cambia es el medio, la plataforma, las herramientas, las armas que uno va a utilizar para poder seguir con esta guerra que no termina hasta que mueres, la guerra entre el bien y el mal, la guerra entre la verdad y la mentira, la guerra entre la cultura de muerte y la cultura de vida. Entonces he venido trabajando desde hace ya 24 años en este camino de servicio por medio del arte. ¿Qué cambia? El medio, ahora es la arena de la política. En política no hay sillas vacías, siempre hay alguien sentado tomando decisiones y esas decisiones nos afectan a todos, para bien o para mal. No solamente la gran mayoría del pueblo mexicano está cansado, sino que estamos cansados de no participar. Y tenemos que participar porque si no alguien más va a participar. Ya basta de quejarnos y entremos adentro, hagamos los cambios necesarios para llevar a México a ese lugar donde todos soñamos que llegue. Ese México referente del mundo entero. Tenemos un país muy rico donde hay mucha gente pobre viviendo; algo está mal.

La maldita corrupción que lleva violando a nuestro país por décadas, pues ya estuvo suave, y es por eso que decidí entrar con todo, con mi vida, con mi alma, con mi corazón, con mis talentos, la música, el arte, documentales, cine. Claro que ya no me voy a dedicar al cien por ciento al cine como lo he estado haciendo por los últimos 24 años porque no me da tiempo porque ahora tengo otro proyecto, un proyecto diferente, una historia de amor, pero ahora todos vamos a participar. Todos serán invitados a actuar, a actuar con valores, a actuar con virtudes, a actuar con honestidad, con caridad, con humildad, con paciencia, con perseverancia, con pasión. Si cada uno de los mexicanos actuamos con valores no me cabe la menor duda de que cada uno se va a convertir en la mejor versión de su persona, de esa manera juntos vamos a alcanzar nuestro máximo potencial. No me cabe la menor duda que juntos podemos construir el sueño mexicano, donde el cielo es el límite. Sueño con ese día que ya ningún mexicano se tenga que ir de México por necesidad, por falta de oportunidades. Sueño con ese día donde mis paisanos, al igual que yo después de que me fui de México y viví en Estados Unidos durante muchos años, regresé en el 2015 y yo espero que mis paisanos algún día regresen también a México, a su tierra.

Cuéntanos de tu familia, ¿cómo han reaccionado ellos y cómo te han dado fuerza?

Mi familia, que es mi primer círculo obviamente, mi padre que ya no está conmigo pero siento que está más presente que nunca. Es una especie de asesor, de mentor. Así era cuando estaba conmigo pero ahora siento que me da más consejos, de otra manera, lo siento. Siento que me habla, que me abraza, que me da ánimos. Mi papá, que está en el cielo, está conmigo ayudándome y guiándome en todo esto, es como un ángel que me va diciendo por donde irme. Hablo mucho con él todos los días. Mi mamá, desde luego, mi mejor amiga, mi compañera de vida, la que me ha dado todo, la vida, son los pilares que me sostienen. Mis hermanas —Alejandra, Alicia y Daniela— tres angelotes que también ahí van empujando, dándome mucho ánimo, tres mujeres muy valientes, comprometidas con las causas, echadas para adelante, inteligentes, hermosas, profesionales.

Tengo una familia hermosa, soy bendecido, y tengo muy buenos amigos. Pocos, pero muy buenos amigos. Conocidos muchos, tengo amigos como hermanos que están ahí conmigo acompañandome, tengo muchos asesores, y sobre todo el cariño de la gente de México. Apenas estoy empezando a recorrer mi país en esta nueva etapa. Antes [lo] había recorrido muchísimas veces como cineasta, ahora como aspirante a candidato independiente es muy diferente; la responsabilidad sube de volumen al tope. Ya tienes que cuidarte más de lo que antes me cuidaba, qué voy a decir, qué hago, cómo camino, con quién me junto, todo cambia. Todo cambia y no sabía que iba a cambiar. Ya que estás dentro de esta nueva aventura, de este nuevo camino, de esta nueva historia de amor, las cosas van cambiando y muy rápido. Parece que fue ayer el 7 de septiembre cuando entregué la documentación. El 8 de septiembre a las 3 de la tarde, al día siguiente, me dieron la constancia y en ese momento ya no había marcha atrás. Ya no era un tema de imaginación, de vamos a planear a ver si se puede, o tal vez el INE no nos va a dejar dar el segundo paso. Cuando te entregan la constancia, ahí ya no hay marcha atrás. Ahí empieza la historia de amor. El 9 de septiembre empieza la recaudación de firmas. Necesito al menos un millón de mexicanos que me den sus firmas porque por ahora soy simplemente un aspirante a candidato independiente para la presidencia de México para las elecciones del 2 de junio del 2024. Tenemos de límite hasta el 6 de enero para recaudar estas firmas. Si el 6 de enero recaudamos un millón de firmas mínimo —yo quiero recaudar dos millones por lo menos, porque nos las van a quitar, muchas nos las van a quitar, nos las van a impugnar, pero si el margen es el doble va a ser imposible que nos paren. Si logramos ese sueño que para muchos es imposible, pero con tu ayuda yo creo que va a ser muy posible, no nos va a parar nadie. Este es un movimiento de amor que crece y crece cada día más y ya nadie nos puede parar.

Es por eso que escribí una canción. Me preguntabas sobre la canción de "Viva México", porque queremos hacer todo diferente. Somos disruptivos, somos outsiders, venimos de afuera, somos ciudadanos. Hace poco me decían: 'Pero Eduardo tú no tienes experiencia política' y yo les decía: 'Experiencia para robar no tengo ni la quiero tener'. Mi experiencia y mi capacidad en mi vida es trabajar en proyectos concretos, específicos, reunir a personas muy capaces, muy inteligentes, brillantes en cada área, darles una misión y dejarlos trabajar, y supervisar. Eso fue lo que hice con Sonido de libertad, yo no hice todo. Yo tenía un gran director, Alejandro Monteverde, tenía un buen guionista, tenía un buen actor, tenía un buen compositor, entonces en cada área tenía puras cintas negras noveno grado, y los dejé trabajar. ¿Y cuál fue el resultado? Sonido de libertad, un movimiento global, con soluciones globales para un problema global, que es el tráfico de niños para explotación sexual. Entonces en lo micro está lo macro, es lo mismo. La técnica es lo que cambia, pero la esencia no puede cambiar, los valores, las virtudes, los principios. No estoy aquí por posibilidades o por intereses, estoy aquí por principios.

Serías el primer presidente soltero. ¿Estás buscando a tu primera dama, el amor verdadero? Háblanos de tu deseo de ser papá también. ¿En la parte personal, con qué sueñas?

No estoy buscando absolutamente nada. Hay que vivir el presente. No puedes dar lo que no tienes. Tienes que aprender a ser feliz con lo que hay, con el presente. Muchas veces tus propios sueños pueden convertirse en tus peores enemigos si esos sueños no van en línea con la voluntad de Dios en tu vida. Entonces aprendí a soñar diferente. Antes siempre estaba buscando algo, quiero esto, quiero lo otro, quiero aquello. Y si no lo tengo no soy feliz. No, ya sueño diferente. Sueño con los sueños que Dios tiene para mí. He aprendido a vivir el presente porque es lo único que tenemos. Es un presente, un regalo. ¿Qué mejor regalos que estar vivos? Estamos vivos, tengo lo que tengo, y eso es suficiente para ser feliz. Mientras no pierdas la fe, la esperanza y el amor a Dios no has perdido nada, y eso es gratis. Es una gracia que todos podemos tener. Sin embargo, humanamente claro que me gustaría formar una familia, claro que me gustaría tener a mi esposa, tener hijos. Sueño muy seguido, por lo menos una vez al mes, estoy con mi bebé Eduardo. Habrá muchas niñas también, pero el primero es Eduardo Jr. y de verdad es tan real que lo puedo oler, le canto y me sonríe. Y me levanto con las manos vacías. Uy, se siente horrible. Me quiero conectar otra vez y ya no me conecto. Es un sueño muy bonito, me levanto y sigo adelante, pero es muy seguido. Ese sueño me ha pasado muchísimas veces. Tal vez vendrá pronto, ojalá, pero tampoco puedo estar agarrado a los sueños, porque si no salen hay una tristeza, una frustración y eso te lleva a la depresión. Es mejor soñar y soltar, me rindo a la voluntad de Dios. Que sea lo que Dios quiera, si me da la oportunidad de tener una familia, voy a ser muy feliz. Pero si no sucede también tengo que ser muy feliz, no puedo depender de algo para ser feliz, solamente Dios y con él basta.

Quien tiene a Dios ya nada le falta, solo con él basta, decía la doctora Santa Teresa de Ávila. No planeo las cosas, se van dando. Hay un plan humano, pero no planeo en el sentido de a ver necesito una primera dama, por lo tanto vamos a planear donde la...pues ni que fuera que... el amor es algo sagrado, se da o no se da. No lo estás buscando, no estás planeando porque las cosas así cuando se planean de esa manera luego no funcionan porque se vuelve técnico o se vuelven reglas y en el amor no hay técnica ni reglas. Llega y se da, o no llega y no se da. Pero enamorado estoy, enamorado de Dios, enamorado de mi familia, enamorado de México, de mi trabajo, enamorado de la vida y por eso defiendo la vida con mi propia vida porque la vida es un regalo tremendo, la vida de todos. Nadie está de más, nadie sobra. Hay que poner en práctica la regla de oro: trata a los demás como te gustaría ser tratado, haz por los demás lo que tú quisieras que hagan por ti o por los tuyos. Ahí está el secreto. ¿Quieres ser feliz? Deja que Dios sea el centro de su vida. ¿El secreto del fracaso? Saca a Dios de tu vida.

Eduardo Verástegui

"Enamorado estoy, enamorado De Dios, enamorado de mi familia, enamorado de México, de mi trabajo, enamorado de la vida, y por eso defiendo la vida con mi propia vida"

—Eduardo Verástegui
Eduardo Verástegui
Courtesy of Sound of Freedom

¿Qué disfrutas cuando no está trabajando? ¿Hablas con su familia a diario?

Siempre hay tiempo para unos buenos tacos. Hago ejercicio todos los días. Voy al cine de vez en cuando. Disfruto de escuchar mucha música clásica y leer que, por cierto, esta semana estoy leyendo El economista callejero de Axel Kaiser. Hablo con mi familia todos los días.

¿Tienes mascotas?

Sí, dos perros y un gato. Los perros uno se llama Xico, es un Akita americano; y el otro se llama Rocky, es un labrador dorado. El gato se llama Lucho, es un persa.

¿Vives entre México y Miami? ¿Cuál es tu hogar?

Vivo en México, mi hogar está en México. Además, por mi trabajo, tengo casa en Miami y me toca viajar mucho. Por ejemplo, estos últimos meses, debido al éxito de la película Sound of Freedom, he visitado más de 15 países, además de estar recorriendo los 32 estados de mi país. No paro, no puedo parar y no voy a parar; mi trabajo es mi pasión, es mi vocación, es más que nada una misión de vida.

¿Has recibido amenazas de muerte? ¿Te preocupa tu seguridad ahora que aspiras a la presidencia de México? ¿Cómo ha afectado tu vida personal?

Antes tal vez me preocupa un poco. Hace ocho años cuando conocí a este grupo en Los Ángeles, California, expertos en el rescate de niños para la explotación sexual quedé por un lado inspirado de conocer a héroes reales, pero por el otro lado muy triste, apagado. Se me apagó la vida cuando me contaron con detalle lo que le hacen a estos niños, a millones de niños en el mundo entero, niños de cuatro años, de cinco años, de siete años, que abusan de ellos, niños que son violados de 10 a 15 veces al día, en promedio, por muchos años hasta que ya dejan de servir porque ya no son carne fresca. Ese es el vocabulario que estos pedófilos perversos utilizan. ¿Qué pasa con estos niños después? Entran al segundo negocio, al mercado negro, al tráfico de órganos. Los abren y los venden en partes. Cuando tú escuchas estas cosas a detalle, ya la vida no es la misma. No te puedes quedar con los brazos cruzados porque el silencio estimula al perverso, al bandido, al criminal, entonces en ese momento quieres hacer algo. No sabes qué. Te quedas callado, estás con ese conflicto interno. Por un lado estás en shock de ¿qué le pasa a este mundo? Recuerdo como si fuera ayer cuando me dijeron: 'Es muy triste todo lo que te acabamos de decir, pero es más triste que ahora que lo sabes no hagas nada'. Claro que voy a hacer algo, pero no me quedaba claro qué en ese momento. Después me di cuenta que tenía un arma muy poderosa: el cine. Un arma poderosa de inspiración y de instrucción masiva. Entonces yo les dije: 'Alejandro Monteverde y yo queremos hacer una película'.

Ellos me dijeron: 'Antes de que se comprometan, vamos a ser muy honestos con ustedes. Nosotros tenemos muchos amigos, pero también tenemos muchos enemigos, y esos enemigos serán tuyos, serán de ustedes. Nos estamos enfrentando a una industria que produce más de 150 mil millones de dólares al año. ¿Están concientes del tamaño del enemigo?' En ese momento yo cerré los ojos y dije: '¿Qué tal si fuera mi hijo? ¿Qué tal si fuera mi hija, mi sobrino, mi ahijado? Entro a su cuarto y está su cama vacía. Y las probabilidades de que lo vuelva a ver son mínimas. ¿Qué haría yo?' Todo, todo, y esperaría que el mundo entero pusiera pausa a lo que esté haciendo para que me ayuden a encontrar a mi hijo, a mi hija, a mi sobrino, a mi ahijado. Esa es la motivación. Yo no quiero que esta tragedia me suceda a mí para yo despertar, mejor despierto con esta información que estoy recibiendo en estos momentos y hago algo ahora para que jamás me suceda ni a mí ni a nadie más. Ningún niño debería estar pasando por este infierno. Entonces le dije a este grupo de personas: 'Les doy la bienvenida a sus enemigos. Voy a entregar mi vida'. Y sí con algo de nervios, tal vez, pero había una fuerza que me empujaba a decirle sí a este proyecto. Y empecé a trabajar, fueron 8 años de mi vida invertidos en Sonido de libertad, Sound of Freedom. Ocho años por dos horas de su tiempo, que es lo que dura la película.

Eduardo Verástegui

"Yo cerré los ojos y dije: '¿Qué tal si fuera mi hijo? ¿Qué tal si fuera mi hija, mi sobrino, mi ahijado? Entro a su cuarto y está su cama vacía. Y las probabilidades de que lo vuelva a ver son mínimas. ¿Qué haría yo?'"

—Eduardo Verástegui
Eduardo Verástegui
Courtesy of Sound of Freedom

Hablemos de las críticas. No eres monedita de oro, como has dicho tú. Te han acusado de ser homofóbico. ¿Qué le dices a la comunidad LGBTQ+?

Odio no le tengo a nadie, temor solamente a Dios. Tengo una fe que ha sido un regalo tremendo que me ayuda a amar a todos, independientemente de quien seas, independientemente de lo que me hagas, independientemente de tus inclinaciones, orientación o gustos, mi fe me enseña a amar a todos y lo trato de poner en práctica. Obviamente como ser humano a veces fallo, como todos, como en un matrimonio. Pregúntale a cualquier matrimonio si el amor es perfecto a cada segundo, pues no te vas a encontrar con nadie que lo pueda llevar a ese nivel. Sin embargo ¿cuál es la meta de un matrimonio? Amarse. Dos seres imperfectos que se juntan y con la ayuda de Dios tratan de ir creciendo, amándose. A veces meten la pata, pues la sacan rápido y ahí van. Así también son las relaciones humanas, con la familia, con socios, con amigos.

¿Pero cuál es mi meta? Alcanzar la santidad. Y ¿qué es la santidad? Amar y perdonar. No puedes amar sin perdonar porque tarde o temprano, alguien te va a lastimar. Y tarde o temprano, tú vas a lastimar a alguien. Así es la vida, y si no hay el perdón en medio, ¿qué sucede? Guerras, malos entendidos y se colapsa todo. Entonces mi meta es amar, estoy aprendiendo a amar. No he llegado al nivel que quiero llegar, pero estoy intentándolo todos los días. Todos los días le pido a Dios: ayúdame a amar más. Como decía Teresa de Calcuta, ama hasta que duela. Ahora eso no significa —hay que dejar todo claro— no significa que porque mi meta es amar a todos, que tenga yo que estar de acuerdo con todos en todo. Eso es imposible, entonces vas caminando, vas aprendiendo, vas amando, vas respetando, pero también quieres que te respeten, y es un camino de engranaje donde uno va aprendiendo como acomodarte sin comprometer tus principios, sin comprometer tus valores, respetando, amando, pero tampoco estando de acuerdo en todo con todos, porque eso es imposible. Ni siquiera estás de acuerdo contigo en todo. ¿Cuántas veces no cambiamos de manera de pensar de un día a otro? Así es que yo estoy aquí para servir y para amar.

¿Tras el lanzamiento de tu canción "Viva México", el plan es grabar un disco? ¿Este será tu regreso musical?

Escribir canciones, grabarlas y producirlas es una terapia que me ayuda en el ejercicio de la creatividad. Cada mes vamos a sacar un sencillo con mensajes positivos, y también estaremos haciendo más— festivales, concursos de poesía, pintura, cortometrajes y todo tipo de arte— con el fin de lanzar un movimiento artístico que tenga el potencial de hacer de México un mejor lugar para vivir. El arte tiene el poder de cambiar el mundo.

¿Qué recuerdas de tu etapa como actor de telenovelas y cantante en Kairo?

Fue el principio de mi carrera en el medio del entretenimiento y tengo muy buenos recuerdos. Los sueños comenzaron allí a ponerse en acción. Requirió mucho ejercicio de fuerza de voluntad y, sin duda alguna, un entrenamiento que me ayudó a perderle el miedo a los escenarios ya que cuando empezaba era demasiado tímido.

¿Qué te hizo acercarte más a Dios y decidir vivir en castidad?

El vacío en el que me encontraba. Por un lado, sentir que lo tienes todo y, por el otro, sentir que no tienes nada. Ese vacío me llevó a buscar a Dios; lo estaba buscando por todos lados, pero, como decía San Agustín en sus Confesiones: "¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por de fuera te buscaba; y deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo. Me retenían lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían. Me llamaste y clamaste, y quebraste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseo con ansia la paz que procede de ti'.

¿Cómo lidias con la presión del trabajo? ¿Cómo te cuidas físicamente y anivel emocional?

Trato de mantenerme sereno siempre. Aunque, claro, tengo mi carácter, y sale a relucir cuando hace falta. Creo que la mejor forma de lidiar con la presión del trabajo es [haciendo] lo que hago cada mañana, al levantarme: rezar, dar gracias a Dios por un día más; le pido fuerza y sabiduría para hacer lo que me toca hacer durante el día. Voy a misa y rezo el rosario. Eso es lo primero, siempre. El trabajo es intenso y lo primero que hago es siempre revisar correos electrónicos. Luego, sí, ¡comienza la agenda de trabajo! Juntas, estudio, lectura de temas y proyectos, planificar con mi equipo, salir a las calles a pedir las firmas que necesito para poder ser candidato independiente a la presidencia de México. Los cuidados físicos tienen más que ver con los hábitos de comida y gimnasia. Voy al gym a diario, me baño con agua fría, tomo buen café… Me encanta comer, sobre todo los postres, pero trato de ser medido. Por eso, hago ayuno intermitente de solo una comida al día que, generalmente es la cena, y, de vez en cuando, por la tarde, un licuado de proteína.

¿Cómo es tu día a día en esta etapa?

Momentos libres la verdad es que no hay, a veces ni tiempo para comer. Gracias a Dios descubrí el ayuno intermitente porque me ayuda a comer solamente una vez al día y de esa manera puedo aprovechar el resto del día para trabajar. Pero no siento que estoy trabajando, la verdad, porque amo lo que hago, me divierto muchísimo. Esta etapa en la que estoy es una etapa diferente, disruptiva, donde cantamos, estamos haciendo un documental para redes sociales donde hay tres o cuatro cámaras que me siguen a todos lados y se editan esos videos y van a salir esos videos del día a día para que conozcan esta experiencia en la que me encuentro y que quiero compartir con todos, porque es diferente, es algo histórico. Es la primera vez, creo, en la historia de México que un ciudadano que no es político es aspirante a candidato independiente. Será histórico si logramos el millón de firmas. Si la mayoría del pueblo mexicano, pro-vida, pro-familia, vota de manera congruente no nos para nadie, somos la mayoría. Tengo todas las posibilidades. Ahora si la gran mayoría del pueblo mexicano que es pro-vida, pro-familia, no vota de manera congruente y vota por la cultura de la muerte, pues no tengo posibilidades. Son matemáticas, ¿no? Sin embargo, como dije hace un momento, no estoy aquí por posibilidades, humanamente hablando, yo pongo las posibilidades en las posibilidades de Dios y el hombre da la pelea. Y voy a dar la pelea, pero solamente Dios da la victoria.

Yo voy en el día a día dando todo lo que soy, haciendo una campaña divertida, con música. Vamos a grabar una canción cada dos semanas, vamos a compartir con el mundo entero, vamos a compartir un documental en tiempo real casi casi, va ir retrasado dos o tres días nada más. Y vamos a divertirnos, vamos a creérnosla, que no somos aves de corral, de brinquito en brinquito no vamos a llegar a ningún lado. Somos águilas reales y podemos volar tan alto como quieras, pero hay que trabajar... en crear las condiciones necesarias. Primero tenemos que crear las condiciones para poder pescar, después viene la caña, después viene el entrenamiento de cómo poder pescar y entonces todos vamos creciendo. México no anda bien, familia, México no anda bien. Hay más pobreza, hay más inseguridad. Los padres de familia temen que sus hijos no regresen a casa vivos. México no está bien y México debería de estar bien porque tiene todo para estar bien. Es un país rico y poderoso donde hay mucha gente sin poder y muy pobre. Algo anda mal, pero lo vamos a solucionar con la ayuda de todos. Juntos vamos a construir el sueño mexicano. El cielo es el límite. Ese es mi día a día: viajar por todo México, pedirle a la gente su firma. Antes me pedían a mí un autógrafo y una foto, ahora es al revés. Ahora yo voy recorriendo todo el país pidiendo tu foto y tu autógrafo, tu firma.

Si llegaras a ser presidente, ¿qué ideas te gustaría implantar en tus primeros 100 días? ¿Qué quisieras lograr en México? ¿Cuáles serían tus prioridades?

Recordemos que soy actualmente un aspirante a candidato independiente. Si conseguimos las firmas necesarias que el INE nos pide, seré oficialmente candidato independiente. Y si después me gano la confianza y los votos de los mexicanos, entonces, si fuera presidente, tendría como prioridad uno lograr la paz para las familias mexicanas, por la vía de retomar la seguridad nacional, con una estrategia moderna. Comenzando por una policía bien equipada, bien entrenada y, sobre todo, bien pagada.

Si fuera presidente, estaría enfocado con mi equipo en iniciativas que tengan que ver con la erradicación de la trata de niños, el abuso infantil y proteger el derecho a nacer. Enfocado en ayudar a los más vulnerables, los que no tienen voz, los que no se pueden defender. Solo hay dos caminos: la cultura del descarte y de la muerte, o la cultura de la vida. Yo estoy en la cultura de la vida. Todo el poder ejecutivo tiene que ser utilizado para proteger y defender la vida y la libertad de todos los mexicanos. Creo en la cultura del trabajo y del esfuerzo, porque sé que el trabajo es un derecho humano y un camino de dignificación. Amo a México. Sueño con apostarlo todo para volver a los valores que hicieron grande a México. Defender la vida en toda su extensión y en todas sus necesidades, defender el trabajo y el salario digno, luchar por una educación de calidad y mucho más.

¿Cómo cambió tu vida ese despertar espiritual?

Mi vida cambió radicalmente para bien. Trato todos los días de olvidarme de mis sueños personales para enfocarme en los sueños que Dios tiene para mí. Pongo todo lo que está en mí para vivir solo para Dios. Él es mi libertad.

Artículos relacionados